Embarazada pero no importa, se casa

En Latinoamérica, se supone que las niñas bien no tienen relaciones sexuales antes del matrimonio. Qué dios no lo quiera. Cuando Pepito y Pepita se van al cine emperifollados de perfume y hormonas, los papas están convencidos que en el asiento trasero del coche del jovenzuelo no pasa nada.

Ni se enteran que los dos tórtolos habían reservado un cuarto de hotel, si papi tiene dinero, para dar rienda suelta a sus pasiones más feroces. Sólo que Pepita se preocupa mucho por las apariencias y como se considera niña bien, no se le pasa por la cabeza la anticoncepción. Qué horror, mamá se daría cuenta. Lire la suite